EDUCACIÓN JESUITA
La educación es uno de los pilares de la misión que la Compañía de Jesús realiza al servicio de evangelización en el mundo. Y desde la llegada de los primeros jesuitas al país, en el s. XVI, la Compañía no ha dejado de apostar por la educación de la niñez y de la juventud, desde la perspectiva de una formación humana integral. La misión educativa de la Compañía de Jesús asume el desafío de ofrecer una formación de excelencia, reflexiva, crítica y responsable, orientándolos hacia una participación activa en la vida de la Iglesia y del país. (Fuente: Jesuitas del Perú).
CARÁCTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN JESUITA
La educación de la Compañía es:
I. Una educación que parte de la experiencia de Dios.
La tarea educativa de la Compañía de Jesús busca:
- Afirmar la realidad del mundo, como creación de Dios.
- Ayudar a la formación TOTAL de cada persona dentro de la comunidad.
- Reflexionar la fe como aquello que ha de impregnar toda la formación.
- Ser un instrumento apostólico, porque prepara para una vida de servicio a la sociedad.
- Promover el dialogo entre la fe y la cultura, reconociendo a Dios en la diversidad cultural.
II. Una educación que contribuye a la libertad humana.
La Educación de la Compañía:
- Insiste en la atención por cada uno de las personas.
- Promueve una actitud activa y abierta al crecimiento, a lo largo de la vida.
- Está orientada hacia los valores.
- Promueve un conocimiento, amor y aceptación realista de uno mismo.
- Proporciona un conocimiento realista del mundo en que vivimos.
III. Una educación que presenta a Cristo como modelo de persona.
- Propone a Cristo como modelo de vida humana.
- Ofrece una atención pastoral adecuada.
- Celebra la fe con la oración personal y comunitaria, comprometida con el servicio.
IV. Una educación que exige la acción.
Es una preparación para el comprometerse en la vida activa.
- Sirve a la fe que realiza la justicia.
- Pretende formar “hombres y mujeres para los demás”.
- Manifiesta una preocupación particular por los pobres.
V. Una educación al interior de la Iglesia.
- Es un instrumento apostólico al servicio de la Iglesia, sirviendo a la sociedad humana.
- Prepara a los alumnos para una participación activa en la Iglesia y en la comunidad local.
- Prepara para que los alumnos se formen para el servicio a los demás, frente al egoísmo y
comprometiéndose con la justicia social.
VI. Una educación para vivir el “MAGIS”
Se debe desear “ser más” para “servir mejor”.
- Busca la excelencia en su acción formativa orientada al crecimiento humano.
- Da testimonio de una excelencia académica que se compromete con las necesidades del entorno.
VII. Una educación para vivir en comunidad.
- Acentúa la colaboración entre jesuitas y laicos.
- Se basa en un espíritu de comunidad entre: profesores y directivos, jesuitas y padres de familia;
profesores y estudiantes, y comunidad educativa actual con exalumnos y bienhechores.
- Se realiza dentro de una estructura que promueve la comunidad.
VIII. Una educación para el discernimiento.
- Adapta medios y métodos en orden a lograr sus finalidades con la mayor eficacia.
- Es un “sistema” de escuelas con una visión y unas finalidades comunes.
- Proporciona la preparación profesional y la formación permanente necesaria, especialmente de los
profesores.